CDMX a 18 de septiembre, 2024.- La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU ha lanzado una dura acusación contra el gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro, afirmando que el país está inmerso en un «clima de temor» donde los derechos humanos están gravemente comprometidos. Según el informe de la misión, el aparato estatal venezolano ha intensificado la represión hasta niveles equivalentes a crímenes contra la humanidad, en un esfuerzo por aplastar cualquier disidencia política o social.
La represión se ha intensificado especialmente desde las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, que terminaron con el exilio del principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia. Tras el proceso electoral, las autoridades venezolanas detuvieron a más de 2,000 personas en pocas semanas, incluyendo casos de violaciones al debido proceso y la manipulación del sistema judicial bajo las órdenes del poder ejecutivo.
Entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, se registraron al menos 48 detenciones por supuestos complots contra el gobierno, y en julio de este año más de 120 personas fueron puestas bajo custodia en el contexto de la campaña opositora.
El informe de la ONU destaca que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela está claramente subordinado al Ejecutivo, lo que ha permitido que el régimen de Maduro utilice el sistema judicial como un instrumento para reprimir cualquier forma de disidencia. Según la presidenta de la misión, Marta Baliñas, el gobierno de Maduro ha intensificado dramáticamente su aparato represivo, pese a los múltiples llamamientos de la comunidad internacional para detener estos abusos.
El experto de la ONU, Francisco Cox, recordó que ya se había advertido del riesgo de un aumento en la represión durante las elecciones y, desafortunadamente, los hechos han confirmado estos temores.
La misión de la ONU ha documentado abusos y persecuciones políticas, calificándolos como crímenes contra la humanidad. Estos abusos no son casos aislados, sino parte de un plan continuo y coordinado para silenciar y desanimar cualquier tipo de oposición. Según la ONU, las acciones del gobierno de Maduro han sumido al país en una de las peores crisis de derechos humanos de la historia reciente.
La comunidad internacional ha lanzado múltiples llamamientos para que el régimen venezolano cese sus violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, las señales indican que el gobierno de Maduro ha optado por reforzar su maquinaria de represión, dejando a miles de venezolanos vulnerables a detenciones arbitrarias, persecuciones y violaciones de derechos fundamentales.
El informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU es otro recordatorio del preocupante estado en el que se encuentra Venezuela y del papel que el régimen de Nicolás Maduro ha jugado en la erosión de las libertades civiles y políticas del país.