La Nueva Reforma y el Futuro de la Supremacía Constitucional
Por Bruno Cortés
El ambiente en el Congreso Mexicano se siente tenso, especialmente con la reciente reforma en materia de supremacía constitucional. Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, ha estado al frente de esta discusión crucial. Su mensaje es claro: una vez que se apruebe esta reforma, se enviará a los congresos locales para que la revisen, la aprueben y finalmente la promulguen.
Monreal comentó que los congresos estatales tendrán la responsabilidad de analizar a fondo el documento antes de darle su visto bueno. Sin embargo, el timing no podría ser más complicado. Con el Día de Muertos a la vuelta de la esquina y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lista para discutir una propuesta que podría invalidar la elección de jueces y magistrados, las cosas se están moviendo rápido. Monreal es consciente de que esta situación podría alterar tanto el calendario como la estrategia de su bancada. «Vamos a ver de aquí a las próximas horas», aseguró a los medios, mientras evaluaba los posibles escenarios con su grupo.
El líder de Morena no se guarda sus opiniones. Si el ministro Juan Luis González Alcántara logra que su propuesta sea aprobada por la mayoría de la SCJN, Monreal advierte que eso representaría una “grave” violación a la Constitución. Según él, los jueces no tienen la capacidad jurídica para controlar lo que se reforme o añada a la Carta Magna, y cualquier intento de hacerlo sería una invasión de las facultades del Poder Legislativo. «Esto sería una verdadera aberración», añadió.
Monreal reafirmó que, de acuerdo con la Constitución, cualquier intento de impugnar reformas y adiciones a la misma debería ser considerado improcedente. En resumen, está planteando que la Corte no tiene la autoridad para interferir en los procesos legislativos que llevan a cambios en la Constitución.
Este escenario plantea preguntas importantes sobre la relación entre los distintos poderes del Estado y la capacidad del Congreso para llevar a cabo su labor reformadora sin interferencias. Con esta reforma, se busca establecer una base más sólida para la supremacía de la Constitución, pero también pone en el centro de la discusión la necesidad de mantener un equilibrio entre poderes.
A medida que avanza el proceso y con las decisiones de la SCJN por venir, será crucial observar cómo se desarrollan estos acontecimientos y qué implicaciones tendrán para la política mexicana y para los ciudadanos.