Por Bruno Cortés
En el Senado de la República, las y los legisladores están dando pasos firmes hacia un objetivo ambicioso: que más trabajadores puedan tener una casa propia sin quedarse endeudados de por vida. Con una reforma al artículo 123 de la Constitución en discusión, este proyecto apuesta por facilitar la compra, remodelación o renta de viviendas a precios accesibles, lo que para muchos es una señal esperanzadora.
Luis Armando Melgar Bravo, presidente de la Comisión de Reordenamiento Urbano y Vivienda, recordó el compromiso de Claudia Sheinbaum de construir un millón de viviendas en seis años. Para Melgar, esta meta no solo es ambiciosa, sino que es un reflejo de sensibilidad con el déficit de vivienda en el país, lo que muestra una voluntad política fuerte de ir más allá de las promesas y pasar a los hechos.
En palabras de Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, esta iniciativa es un “programa de vivienda agresivo” que trae consigo la promesa de que el lucro no será el motor detrás de esta política. Cantón Zetina enfatizó que, en este modelo, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y la Comisión Nacional de Vivienda, en colaboración con el sector privado, trabajarán para que “no imperen la ley del lucro o la utilidad”, sino un enfoque social en cada construcción.
La reforma propone que cada empresa contribuya a un fondo nacional de vivienda para sus trabajadores, creando un sistema de financiamiento accesible y créditos suficientes que permitan obtener o mejorar una casa, sin que el pago mensual sea mayor al 30% del salario del trabajador. En palabras de Enrique Inzunza Cázarez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, este cambio al artículo 123 es un “cambio paradigmático” que refuerza la seguridad y bienestar de quienes integran la fuerza laboral de México.
Este fondo, además, dará prioridad a quienes hayan aportado constantemente, sin vivienda propia, y busca que la ley prevenga la discrecionalidad para garantizar que el acceso a la vivienda sea justo para todos. En el ambiente del Senado, entre risas, aplausos y anécdotas, se comentó que esta reforma viene a cumplir el sueño de muchos, un paso hacia un “México donde todos tengan un techo seguro y digno”. Y para el país, esta es una noticia que representa no solo un avance legislativo, sino una puerta abierta a un futuro más equitativo y justo en temas de vivienda.