Por Bruno Cortés
Imagina que estás en un partido de fútbol y, de repente, se decide que ya no se pueden cuestionar las reglas del juego. Algo similar ocurrió en el Congreso Mexicano, donde la Cámara de Diputados aprobó una reforma que afecta directamente cómo se pueden impugnar las adiciones o cambios a la Constitución. Con un amplio respaldo de 340 votos a favor y solo 133 en contra, la mayoría decidió que, a partir de ahora, las reformas a la Constitución serán prácticamente inimpugnables. Esto significa que si el Congreso decide cambiar algo, no se podrá cuestionar en los tribunales.
El presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, explicó que durante la discusión se presentaron varias propuestas para modificar aún más los artículos involucrados. Una de las principales modificaciones establece que “no se podrán presentar controversias constitucionales” sobre estas reformas. En palabras simples, esto quiere decir que una vez que se aprueban estos cambios, no se puede ir a la Corte a impugnar lo que se hizo.
La reforma también añade que si alguien quiere un amparo—un mecanismo legal para proteger sus derechos—este solo podrá aplicarse a casos específicos y no generará efectos generales. Es decir, no habrá una revisión masiva de las reformas por parte del Poder Judicial, lo que limita la capacidad de los ciudadanos para cuestionar lo que decidan los legisladores.
Todo esto viene en un contexto donde la Constitución ya establece que se puede modificar con el voto de las dos terceras partes de cada Cámara. La idea detrás de esta reforma es hacer que el proceso sea más ágil y evitar lo que algunos consideran interpretaciones erróneas de las normas que rigen nuestro país. En teoría, se busca fortalecer el sistema de control de constitucionalidad, pero también genera inquietudes sobre el balance de poderes.
Antes de llegar a esta votación, algunas diputadas y diputados intentaron detener el proceso argumentando que se estaba violentando el proceso legislativo. Sin embargo, sus mociones fueron desechadas, y la mayoría continuó adelante, sentando las bases de esta nueva normatividad.
Esta reforma ya tiene fecha de inicio: entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, lo que significa que desde entonces, todo lo relacionado con las reformas constitucionales se regirá por estas nuevas reglas. Ahora, la pregunta es: ¿qué implicaciones tendrá esto para la ciudadanía y cómo afectará la forma en que se gestionan los cambios en la ley más importante del país?