Por Juan Pablo Ojeda
Por Juan Pablo Ojeda
Claudia Sheinbaum hizo historia este día al rendir protesta como la primera presidenta en la historia de México, en una emotiva ceremonia celebrada en la Cámara de Diputados. Durante la instalación de la sesión del Congreso General, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le entregó la banda presidencial, marcando el inicio de una nueva era en la política mexicana.
Con este acto simbólico, Sheinbaum asume oficialmente la presidencia del país, un cargo que desempeñará hasta el 2030. Su llegada al poder representa un hito significativo no solo por ser la primera mujer en ocupar esta posición, sino también por el respaldo contundente que recibió en las elecciones del pasado 2 de junio, donde obtuvo casi 36 millones de votos, un récord histórico según el Instituto Nacional Electoral (INE).
La ceremonia estuvo marcada por un ambiente de celebración y esperanza, donde se destacaron los compromisos que la nueva presidenta tiene hacia la ciudadanía. En su discurso, Sheinbaum hizo un llamado a la unidad y al trabajo conjunto para enfrentar los retos que México tiene por delante, enfatizando su compromiso con la justicia social, la equidad de género y el desarrollo sostenible.
Su elección no solo es un triunfo personal, sino también un reflejo del avance en la representación política de las mujeres en el país. La figura de Sheinbaum se ha convertido en un símbolo de cambio y de nuevas oportunidades para las generaciones futuras, quienes ven en su presidencia un ejemplo de liderazgo y determinación.
Con la entrega de la banda presidencial y su toma de protesta, Claudia Sheinbaum no solo asume un cargo, sino que inicia un camino lleno de expectativas y desafíos. Su administración promete marcar un antes y un después en la historia política de México.